TAMPICO.- Hoy se celebra el “Día de Reyes” en todo México, la cual es una festividad que va perdiendo cada año su verdadero significado, ya que actualmente es sinónimo de fiesta familiar y disfrutar de comer una deliciosa “Rosca de Reyes”.
Con la partida del roscón de reyes, como se le conoce en varias partes de la República Mexicana, culminan las festividades decembrinas.
Aunque el comercio de la localidad se adelanta siempre a las festividades, ya que desde el mes de diciembre comenzaron a vender las roscas, no es sino hasta el 6 de enero cuando se vende un gran volumen de ellas de diversos sabores y tamaños.
LA HISTORIA DEL “DÍA DE REYES”
Los famosos tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, viajaron desde el Oriente hasta Jerusalén, guiados por una estrella para adorar al Niño Dios. Ellos les llevaron tres ofrendas: Oro, incienso y mirra, y ante él se postraron.
De acuerdo a la Iglesia Católica, se denominó “Epifanía” al día que lo conocieron y justamente este acontecimiento se celebra el 6 de enero.
ASÍ CELEBRABAN EL “DÍA DE REYES”
Mary Gallegos considera que el verdadero significado de esta fiesta sí va desapareciendo, ya que en varias ciudades de la República Mexicana no se celebra actualmente la llegada de los Reyes Magos sino de Santa Claus.
Recuerda que cuando era niña los Reyes Magos les traían dinero, que les dejaban en los zapatos, “era una época hermosa, porque mis hermanos y yo nos acostábamos con la emoción de que nos dejarían dinero los Reyes Magos, no importaba la cantidad, sino la expectativa de ver cómo nos habíamos portado y que por eso nos traían este regalo”.
Con sus padres y hermanos compartía la fiesta familiar de celebrar el “Día de Reyes” y ver a quién le tocaba el famoso “muñequito”, “cuando éramos más pequeños, queríamos que a todos nos tocara e incluso tenía un hermano que si no le tocaba uno, lloraba, así que cuando veíamos la cabecita de un ‘niñito’ dejábamos que él partiera la rosca”.
Dice que ahora que ya es abuelita de dos hermosas niñas trata de inculcarles a ellas el verdadero significado de la Epifanií y que no solo digan “vamos a comer rosca y tomar chocolate”.
Para el profesor Francisco Gómez la festividad de “Rosca de Reyes” debe ser, como su nombre lo indica, “redonda”, lo que significa principio y fin, ya que en ese círculo está el compendio de nuestra vida y en éste el episodio del nacimiento del Niño Jesús.
Considera que esta celebración tiene como objetivo fomentar la espiritualidad de todos “ya que esto nos hace más humanos, más comprensivos y amorosos”.
Por ello en compañía de su familia, y sobre todo de sus nietos, disfruta del Día de Reyes y trata de explicarles sobre todo a los más pequeños que en esta fecha los Reyes Magos, a pesar de su grandeza y poderío, llegaron a conocer al Niño Dios que nacií en un humilde pesebre.
HAY QUE FOMENTAR LA CELEBRACIÓN
Irma Orozco, distinguida dama de AIPM, quien apoya la lucha contra el cáncer de mama, aseguró “Debemos fomentar esta celebración para que las futuras generaciones no olviden el verdadero significado de esta festividad”.
En la actualidad se cree que este 6 de Reyes es sólo partir una rosca de reyes y quien saca al Niño Jesús tiene que invitar los tamales el 2 de febrero, “es muy importante que les digamos a nuestros nietos e hijos que el 6 de enero no solo es partir la rosca, tomar chocolatito y dar regalos, que les enseñemos que este es un pasaje bíblico que simboliza el encuentro de los Reyes Magos y el Niño Dios y que se le conoce como Epifanía”, comentó.
NIÑO DIOS DE PLÁSTICO
Cuando esta tradición comenzó en la Edad Media se incrustaba dentro de la rosca un haba seca, generalmente en los hogares humildes, antes de ser colocado en horno, luego a medida que esta tradición se expandió, comenzó a colocarse un pequeño muñeco de cerámica que representa al Niño Jesús.
Actualmente se sigue colocando el muñeco dentro de la rosca, sin embargo, ahora es de plástico o de cerámica y se ponen hasta más de 10 muñequitos.
La más antigua referencia que se tiene data del siglo XVII y refiere que surgió en Francia, en donde a algún repostero o panadero se le ocurrió ocultar una haba en un pastel para condecorar a quien la encontrara como el “Rey del Haba”.
Otros dicen que el haba representaba al Niño Dios y el afortunado que la encontraba sería bendecido a cambio de compartir regalos con los demás comensales en otras fechas.
La costumbre se extendió por Europa y llegó a Bélgica, donde pasó de ser un pastel redondo a la forma de rosca que hoy conocemos y que simboliza una corona, pero con el mismo significado: el amor de Dios que es infinito, además de que no tiene ni principio ni fin.
LA POSIBILIDAD DE SER COMPARTIDOS
Aunque la festividad del Día de Reyes en la zona no tiene tanto arraigo, es empleada por muchas asociaciones o ciudadanos para actos de altruismo y solidaridad.
Desde llevar dulces, juguetes o roscas a sectores vulnerables, hospitales, asilos, casas-hogar o personas en condiciones es común este 6 de enero.
En el caso del Club de Leones Tampico desde hace más de 50 años parte una gigantesca “Rosca de Reyes” de más de 30 metros, que tiene como finalidad fomentar entre los socios y sus familias esta hermosa tradición.
“Es la primera actividad social que tenemos en el año y que busca que en familia celebremos esta hermosa tradición mexicana”, comentó Arturo Salazar, presidente del Club de Leones de Tampico.
La Fundación Mary Jones de Edgar realiza en el Hospital General “Dr. Carlos Canseco” la fiesta del Día de Reyes, donde un grupo de voluntarios se caracterizan como los Reyes Magos, la Virgen María y San José llevan un “Niño Dios”.
Ellos recorren varias áreas del mencionado nosocomio llevando juguetes, regalos y roscas a los niños y adultos, “a los niños les da una gran alegría ver llegar a los Reyes Magos, ya que aunque aquí son más de Santa Claus, todo ellos los conocen y saben que traen regalos”, dice Alicia Barrón, dama voluntaria de la Fundación Mary Jones de Edgar.
En México se tiene la costumbre de que a quien le sale el Niño Dios automáticamente se convierte en madrina o padrino del Niño y debe llevarlo a bendecir a la iglesia y festejar el acontecimiento con tamales y atole el 2 de febrero, en el Día de la Candelaria.
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