VERACRUZ.- Todos los días a las diez de la mañana se presenta puntual a trabajar y solamente espera que el repartidor de conocida marca de pan llegue a surtir para comenzar su labor de colocarlos en los anaqueles. Se trata de David, un niño de tan solo seis años de edad, que se le conoce como “El Chalancito”, que obtiene el pago de los paquetes de panecillos retirados de la venta en la tienda.
El pequeño niño de escasos siete años de edad que proviene de una familia muy humilde de Coatzacoalcos, Veracruz, y espera cada mañana que el repartidor del pan de nombre Luis Arturo recorra la ruta asignada en la colonia por donde vive.
Aún hay una historia llena de sueños por contarse. #GraciasPorInspirarnos y ayudarnos a encontrar a #Chalancito.
“El Chalancito” espera con una sonrisa a su jefe que desciende de la camioneta y en forma inmediata lo llama por su apodo como una muestra de cariño.
La puntualidad tiene una recompensa y consiste en al dotación de productos que son recogidos de los anaqueles y que están en buen estado.
El niño recibe su pago y son los paquetes de pan que son suyos y que llevará a su casa para compartirlo con su familia, y que a decir de “El Chalancito” lo hace feliz porque puede llevar algún alimento a sus seres queridos que requieren su ayuda.
Dice que esta relación con el niño David surgió cuando el pequeño lo esperaba en la tienda y a la cuarta visita observó que se colocaba sobre el hombro las charolas y “eso provocaba mucha risa entre nosotros”, dijo el repartidor de pan.
Luis Arturo comenta que la historia de que nunca se imaginó que una simple foto generará tal expectativa, y menos que al comentarle a su supervisor Felipe, se diera una historia llena de inspiración.
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