Los militantes del Estado Islámico (EI, o ISIS por sus siglas en inglés) toman a mujeres como esclavas sexuales y las “distribuyen” conforme a reglas establecidas en documentos que entregan dentro de los territorios que mantienen ocupados.
De acuerdo con la agencia Reuters, documentos recuperados de oficinas yihadistas en villas del norte de Iraq, donde el Ejército de ese país y combatientes kurdos han lanzado una ofensiva para recuperar la ciudad de Mosul, muestran cómo jerarcas de ese grupo consideran que mujeres prisioneras pueden fungir como esclavas sexuales.
El principal instrumento de difusión es un panfleto en color rojo y rosa, que plantea, en 32 preguntas, cómo deben dirigirse los militantes de Daesh con féminas cautivas.
Entre los ordenamientos destaca el papel de líderes religiosos, que tienen la autoridad para distribuir el número de mujeres cautivas entre combatientes. Además, los militantes pueden mantener consigo a hermanas, pero sólo interactuar sexualmente con una de ellas. Sobre las jóvenes “pre adolescentes”, el documento señala que se pueden tomar como concubinas, aunque sin contacto sexual, pero con licencia para “disfrutar de ellas”.
Otras de las “obsesiones” de los yihadistas en la televisión satelital y la internet, cuyos accesos permanecen restringidos por exhibir a mujeres “desnudas”, y por normalizar el comportamiento de hombres “afeminados y maricas”. Un combatiente islámico no puede “compartir” a una prisionera.
Los documentos obtenidos por Reuters también dan cuenta de los sistemas de “tributo” del EI, pues en el caso de la aldea de Shura, los oficiales tenían un sistema con información sobre la profesión de cada uno de los habitantes, así como sus ingresos.
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