NUEVO LAREDO.- La falta de lluvias y el control de trasvase de presa a presa para surtir el agua a las ciudades fronterizas desde Coahuila hasta Tamaulipas, han dejado los niveles del río Bravo muy abajo, aunque aseguran que no es alarmante, pues aún hay agua para mantener las regiones que la extraen.
El representante de la CILA, Agustín Boone González, explicó que en un año normal la precipitación en promedio hasta junio es de 180 milímetros, pero tan sólo en mayo cayeron 10 milímetros de lluvia, cuando en promedio llegan a caer 72, siendo muy por debajo de lo habitual.
En un recorrido por los puentes internacionales se puede observar que el nivel del río ha bajado considerablemente, a consecuencia de la falta de agua, ya que hasta ahora sólo ha llovido el 50 por ciento de lo esperado en el mismo periodo, pues según la Comisión Internacional de Límites y Aguas sólo se han registrado 91 milímetros de precipitación.
Aunado a ello son las altas temperaturas que se han registrado en la región de los dos Laredos, lo que ha provocado una disminución en los niveles del río, aunque hay zonas que se encuentran profundas, las recomendaciones de las autoridades son que deben mantenerse alejados de las aguas, pues hay zonas muy peligrosas en el afluente.
Cabe mencionar que la cuenca del río Grande (como se llama del lado norteamericano), es muy extensa, y antes que llegue a Coahuila, se encuentra poco seco como se conoce en la región fronteriza de Tamaulipas, pues es en Ojinaga Chihuahua donde arroyos y otros afluentes alimentan al río que va a dar hasta la presa La Amistad, río arriba es prácticamente un arrollo que divide parte de Estados Unidos y México.
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