NUEVO LAREDO.- Con el paso de los años su rostro se ha llenado de arrugas, su cabello cubierto de canas, y sus pasos se han hecho más cansados y lentos, sin embargo, su alma sigue siendo la de un joven enamorado de la vida y agradecido con Dios.
Esta es la historia de Don David Zavaleta, un hombre que a sus 85 años de edad sigue de pie, trabajando para mantenerse y sentirse útil, luego de ser abandonado por sus 6 hijos, quienes lo obligaron a buscar una oportunidad para salir adelante en una ciudad que no conocía.
Originario de la ciudad de México, este hombre llegó a Nuevo Laredo hace algunos años encontrándose con una mano amiga que le dio techo, alimento y cariño: el Sistema DIF.
Al ver su ánimo y energía le dieron la oportunidad de ser guardia dentro de estas instalaciones, donde diariamente espera con ansias y felicidad a que la gente llegue para abrirles la puerta y desearles un buen día.
“Dios me ha prestado la vida y la ayuda me la ha dado el DIF. Antes era médico naturista pero mi edad ya no me permite ejercer. A mí me ha enseñado la vida a moverme y buscar estabilidad en todas las formas. Aquí me dieron apoyo, me cuidan y ahora ya vivo yo en un cuartito donde cocino, y sino a veces estoy aquí”, dijo.
Al cuestionarlo sobre su familia sus ojos se entristecieron y esto fue lo que respondió:
“Desgraciadamente mi señora se muere, mis hijos como muchos se han portado un poquito mal conmigo, pero yo se lo dejo a Dios que él los cuide y yo me he valido por mí mismo. Tengo el orgullo porque la vida me ha enseñado a ser noble. Hay personas de menor edad que yo que ya no pueden caminar y yo hasta bailo un danzón”, aseguró.
Ahora el Sistema DIF cuida de la salud y las necesidades de Don David, que aun cuando se siente enfermo, decide ir a trabajar y llegar 30 minutos antes para estar listo a cuando esta dependencia abra sus puertas.
“En la vida hay de todo, pero hay personas que se han burlado de mi diciéndome que ya estoy viejo para trabajar, y yo lo único que les digo es que Dios le bendiga y que se acuerden que algún día pueden estar igual que yo”.
Este señor de la tercera edad se encuentra trabajando como guardia en el área médica del DIF ubicado en Héroe de Nacataz, en el sector centro de la ciudad, esperando a la comunidad para recibirlos con una sonrisa y un gesto de amabilidad que proviene desde su corazón.
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