TORREÓN.- Además de que el próximo domingo podría ser vinculado formalmente a proceso por el delito de homicidio por comisión de omisión, José Ángel “N”, de 58 años de edad, abuelo del pequeño que disparó en el Colegio Cervantes de Torreón y quien actualmente se encuentra en un Centro de Reinserción Social (Cereso), es investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), misma que ordenó congelar sus cuentas.
El secretario General de Gobierno de Durango, Adrián Alanís Quiñones, dio a conocer que la madre de José Ángel, el estudiante que mató a su maestra y luego se suicidó, en el colegio Cervantes de Torreón, murió degollada y el papá estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico.
El propio titular de la UIF, Santiago Nieto, confirmó durante la reunión de la Conago que el individuo, propietario de las armas que introdujo el menor a su colegio, “flujos de recursos en efectivo por más de 100 millones de pesos” y cuentas en Estados Unidos.
La unidad financiera explicó que además se percató de la compra de seis camionetas de lujo en un periodo de dos años. Además la dependencia federal congeló las cuentas de un segundo familiar del niño, identificada como Rebeca “N”, por manejo de flujos inusuales de capital, al igual que del padre del menor, José Ángel “N”, de 37 años de edad.
El funcionario dijo que se encontraron recursos que no corresponden a la forma usual por parte de la señora Rebeca “N” y José Ángel “N”, por lo que ahora hay una investigación en curso, misma que en su momento se compartirá con las fiscalías generales del Estado y de la República.
Anteriormente en otras indagatorias realizadas se estableció que las armas de fuego que utilizó el menor -calibre .40 y calibre .25- pertenecían al abuelo paterno.
Cabe recalcar que la Fiscalía General del Estado de Coahuila, a cargo de Gerardo Márquez Guevara, refirió que en caso de encontrarse culpable, el abuelo podría ser sentenciado a hasta 35 años de prisión.
Asimismo, ayer en la tarde circuló una ficha de la Oficina de Prisiones de Estados Unidos, en la que se detalló que José Ángel “N”, padre del menor, fue detenido y sentenciado durante el mes de julio de 2017 a cuatro años de cárcel, que cumplió en la prisión federal de Big Spring, en Texas.
En aquella ocasión, José Ángel “N” fue acusado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de poseer, con intención de distribuir, 31 kilos de metanfetaminas con apoyo de al menos dos personas en la ciudad de Oklahoma.
Tras cumplir una pena de dos años y tres meses de condena, obtuvo su libertad y fue deportado a México por las autoridades estadounidenses en octubre de 2019.
Por su parte, el secretario de Gobierno del Estado de Durango, Adrián Alanís, informó que la madre del menor habría sido asesinada.
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